Pero no fue tan fácil como en el caso anterior. Ahora mi home no estaba en una partición separada. ¿Solución? Hacer copia del home y el directorio del root:
$ tar czvf /tmp/backup-home.tar.gz /home
$ tar czvf /tmp/root.tar.gz /root
Luego copiarlos al sobremesa, por red, en mi caso usando transferencia por ssh. Más que nada por no abrir otros servicios, y porque ssh necesita que cada paquete se transmita sin errores para desencriptarlo. Usa bastante más CPU que una transmisión por FTP, pero resulta más difícil que se produzcan errores. En todo caso se puede comprobar la integridad con el comando md5sum en los archivos antes y después de ser transferidos (el resultado debe coincidir).
Así pues, instalé Ubuntu en el portátil, esta vez creando el /home en una partición separada para evitar complicaciones en posibles cambios en el futuro. A primera vista lo veo igual que Debian Sid, pero al menos incluye paquetes de GNOME más actualizados (2.12). Por desgracia la versión de Mono que incluye está desactualizada (1.1.8, en Debian Sid estaba la 1.1.10), por lo que tendré que buscarme la vida para usar una versión reciente. O esperar a abril, y podré actualizar tranquilamente a Dapper Drake, la próxima versión estable.
Por cierto, salvo que de verdad necesitéis ahorrar batería como posesos, parece buena idea desactivar laptop-mode. Por lo que dice el README, la operación de desacelerar el disco duro puede acortar mucho su vida. En mi caso, prefiero que me dure menos la batería antes que llevarme sorpresas desagradables con mis datos.